Fotos: Yoel Ynurrigarro
Mientras habla, se mueve. Cuando Gastón Espinosa abre y cierra la boca también cambia los pies de posición, gesticula, reacomoda su torso, se toca la barba y acaba con las manos sobre una guitarra.
Todo este ir y venir tiene lugar en un sillón color vino dentro de una casona de la colonia Condesa.
Aquí él idea y crea proyectos: además del musical por el que muchos lo conocen –LNG/SHT-, da rienda suelta a Rey Camiseta, Pizzatanicos y el Bazar de bandas.
Por eso, desde que el abogado-que-no-ejerce salió del caluroso sureste mexicano para conquistar el país, nunca está quieto y se la pasa jurando que sí llega a todos lados.
Primer momento: LNG/SHT
La noche del 18 de marzo de este año Gastón no pudo dormir. O tal vez sí.
Pero tal vez no pudo porque, aunque ya había pisado cientos de escenarios en decenas de ciudades, el que enfrentaría al día siguiente era diferente: el Vive Latino.
Un evento que el hiphopero para punk rockers, el que tiene una entrevista en TV Azteca y un especial de Central Once, el que tituló un tema con el nombre de uno de sus amigos (Wachadafunk), sabía iba a ser un parteaguas en su carrera.
Porque más allá del debate provocado por aquellos que lo cuestionaba por una vieja canción con la referencia de Ocesa –los realizadores del festival- como “mala gente”, este show iba permitir ver los alcances de Gastón: ¿iba a dejar de ser la promesa para convertirse en una realidad?
Entonces despertó el 19, se apuró para estar puntual en el Foro Sol, salió en punto de las 16:20 a la Carpa Doritos y tras media hora…
(En cuestión de cantidades, Gastón mantuvo llenó un escenario mientras a la par se presentaban Dread Mar-I, Jazmin Solar y Celtas Cortos).
(En cuestión de respaldo, el barrio de Gastón fue amplio y ecléctico: Chumel Torres, Juan Cirerol, Daniel Rojas (Tungas) Chucho Tormenta, Andrés Canalla, Iranti, Max Chinasky, Muelas de Gallo y su inseparable príncipe de los gatos, Cat Scratcho).
(En cuestión de provocación, seguro León Larregui supo de la playera que usó y comercializó aquel día).
(En cuestión de pasión, había un tipo en silla de ruedas en medio del slam y pocos son los artistas que pueden presumir un crowd surfing tan largo).
… lo consiguió.
Segundo momento: Pizzatanicos
Hay una imagen en blanco y negro de un tipo robusto, con barba y lleno de señalamientos: mentalidad hastiada, tímpanos rotos, tatuajes feos y pies apestosos, entre otros.
Esta ilustración es del artista David «El Dee» Espinosa, hermano de Gastón, y la primera vez que estuvo plasmada en una playera fue para la marca Black Bear.
“El punk rock arruinó mi vida” es el título de esta prenda que hace referencia a esa canción de LNG/SHT que habla de los Seguimos Perdiendo, de Tajobase y de Chema Solari.
También es la imagen-ropa-merch que originó Pizzatanicos: «Fue una idea de Black Bear que le pidieron a mi hermano, le pagaron como $1,500. Pero no la explotaron porque sacaron solo dos tirajes y la gente me escribía pidiéndomela. Les pregunté (a Blackbear) para comprarla (la idea) pero me la regalaron y… gracias a todos, esa fue mi beca. Siempre es la primera que se agota», cuenta Gastón.
«De ahí paso que empezamos a generar dinero de las playeras y fue decirle a mi hermano: `güey, estoy ganando más dinero de tus ilustraciones que tú, qué pedo. Porque pensaba que LNG/SHT está limitado al público que escucha la música pero si hacíamos una marca de ropa chingona con los diseños de mi hermano y otros ilustradores cercanos, no tenía que limitarse a la tocada, se expande».
Se expandió a Pizzatanicos.
Actualmente, además de ser una marca de ropa con tres temporadas a cuestas, ofrece eventos musicales y contenido audiovisual a través de un canal de Youtube.
Tercer momento: Bazar de bandas
Víctor “Vicky” Martínez también está en la sala de la casa.
Él y Gastón conocieron en 2014: Víctor fue vocalista de Don y por esa época Gastón expresó su desdén por la música de Don. Pero se hicieron amigos, tanto que Vicky organizó shows de LNG/SHT en Tijuana.
Entonces Gastón notó que Martínez tenía un don (no la banda) inusual: trabajaba en una oficina por lo que tenía “una noción de cómo funciona el mundo real”.
Pasó el tiempo y Espinosa empezó a desarrollar junto a Drink & Draw DF la idea del «Bazar de bandas», una iniciativa que amalgama la venta de mercancía, shows en vivo, conferencias y la convivencia con artistas.
Entonces, tras varias experiencias desafortunadas con gente irresponsable, Gastón reclutó al Víctor por su don (no la banda) para trabajar.
Actualmente están en vísperas de una quinta edición de la iniciativa que surgió porque «tenemos muchos amigos que tienen marcas de ropa y veo irreal que haya bazares que te quieran cobrar 6 mil u 8 mil varos por vender. Hay marcas que no venden eso o apenas lo venden y nadie les está devolviendo la inversión de esa mercancía», explica el rapero.
Cuarto momento: No puede estar quieto
Monologo 1:
«Sabes perfectamente que muchas bandas no comulgan… cuando estás trabajando en festivales, en eventos que tienen un sponsor – no como Carcoma sino como Indio – tal vez ya no puedes agarrarte y decir que eres independiente porque hay un dinero corporativo de por medio. Ese pedo de que las marcas sean las nuevas disqueras es un pedo de miedo. Pero al mismo tiempo es bien fácil tener valores cuando tu banda es tu pasatiempo, pero cuando decides que tu banda sea lo que te va a dar de comer pues sí tienes que tomarte ciertas licencias, tal vez… pensar que tal vez consumó cerveza Indio y tocar en un evento de ellos no me va a poner en algo contradictorio, pero tocar en un evento del PAN pues ahí sí pinto mi línea. Hay gente del circuito independiente de música a la que le podemos parecer culeros hambrientos de dinero, y la neta sí: tengo 30 años, quiero hacer dinero. Viví 7 años de tener un jale que no me gustaba porque al final del día trabajas por el dinero, te guste o no. Creo que, si tenemos que buscarlo (dinero), está chido hacerlo de una forma que te apasione, haciendo proyecto que te gusten, que beneficien a más gente».
Monologo 2:
«Siempre está miedo al fracaso. Siempre. La neta, si te soy honesto… yo en el 2014 que me salí a tourear no tenía casa. Me salí de mi casa; vivía solo en Cancún, mis hermanos se fueron de allí, me pelee con mi casero y regresé un año a vivir con mi mamá. Tendría 25, 26 años y ahí fue cuando dije ‘ya no puedo más con mi jale, me caga mi vida’. LNG/SHT comenzó a mostrar destellos de posibilidad por unos shows que hicimos en 2013, en 2014 tomé la decisión de mandar a la verga a todos; tenía un adeudo de 60 mil pesos en el banco, tenía 6 mil pesos en cash y aposté por este pedo: el primer año no tuve casa, literal viví en sofás de amigos, entonces… El hecho de (ahora) poder pagar renta y pagar sueldos de 3 amigos se me hace un pedo bien cabrón, pero al final del día… cuando eres solo tú no hay pedo, pero cuando 3 personas más cuenten con ese ingreso obviamente no te puedes permitir fallar, tienes que responderles. Me da un chingo de miedo. Y LNG/SHT está jalando súper bien pero también me pongo a pensar que tanto quiero hacerlo pasando cierta edad; en algún momento no quiero ser el güey de cuarenta años que tenga que estar de gira porque no tiene otra forma de hacer dinero. Ahorita me apasiona hacerlo pero para los que han estado de gira saben que es una realidad bien difícil, bien cansada, que te priva de seres queridos… Yo estoy en una relación seria con mi novia y verla un tercio del año no está chido. Ahorita quiero explotar lo más posible para que al final del día LNG/SHT pueda ser por gusto y no por necesidad».