En un país con un bono demográfico volcado a la basura, no falta el oportunismo y las obscenas pautas de proselitismo para acaparar ese sector juvenil que gravita entre la necesidad y la expectativa.
En un país con un bono demográfico volcado a la basura, no falta el oportunismo y las obscenas pautas de proselitismo para acaparar ese sector juvenil que gravita entre la necesidad y la expectativa.