Ozon plantea y ejecuta un drama antibélico muy prudente, donde desarrolla un lenguaje preciosista gracias a una estética depurada a través de una fotografía con saltos entre el B/N y el color, así como un diseño de arte que roza lo formidable.
Ozon plantea y ejecuta un drama antibélico muy prudente, donde desarrolla un lenguaje preciosista gracias a una estética depurada a través de una fotografía con saltos entre el B/N y el color, así como un diseño de arte que roza lo formidable.