Aquí la favorita de cada uno de ellos acompañada de unas líneas más o menos extensas en cada caso, todas en orden estrictamente alfabético para evitar el sesgo jerárquico que ya de por si implica el generar este tipo de ejercicios.
La antítesis del convencionalismo: Elle, de Paul Verhoeven
Elle no es una película feminista y tampoco una que normalice la violencia hacia las mujeres, dos percepciones que a bote pronto pudieran surgir. Si uno se libera de esas dos etiquetas, la cinta de Verhoeven tiene cabida en cualquier debate de igualdad de género o de convenciones sociales que todavía una mayoría cree como las correctas.