Al principio de su libro de cuentos Crónicas marcianas, Ray Bradbury nos dice: «–Es bueno renovar nuestra capacidad de asombro –dijo el filósofo. Los viajes interplanetarios nos han devuelto la infancia.» Y no estaba equivocado, pues la carrera espacial dio la posibilidad de imaginar nuevas formas de contar las viejas historias de la humanidad, incluso el viaje hacia las estrellas que ya estaba presente desde Luciano de Samosata (125 d.C.).
Así, Rick and Morty, animación de ciencia ficción y humor negro creada por Justin Roiland y Dan Harmon para Adult Swim, surge como la consecuencia creativa, humorística y sarcástica a la idea de los viajes multidimensionales y la manera en cómo el ser humano se enfrenta a ellos. La serie nos cuenta las aventuras de Rick, un científico de la tercera edad, y su nieto Morty, quienes son parte de una familia de los suburbios integrada por Beth, la hija de Rick; Jerry, el esposo de ésta; y Summer, la hermana de Morty. Se trata de una familia ordinaria cuya vida cambia completamente con la llegada de Rick, pues además de ser un genio — alcohólico y una persona aparentemente egoísta— que puede construir una nave espacial con cosas del garage, tiene la capacidad de viajar entre múltiples dimensiones.
Esto es la esencia de la serie, pues explota el tema de las dimensiones de una manera inteligente y la utiliza como el eje central para generar historias interesantes. Por ejemplo, el capítulo en donde Rick modifica el televisor de la familia para poder ver la programación televisiva de otras dimensiones, «Rixty minutes», les permite a los guionistas imaginar cualquier cosa, por muy disparatada que sea, y aun así resulta completamente coherente, como un hombre que vende puertas falsas o una versión de Game of Thrones donde Tyrion Lanister es más grande que los otros personajes.
En el prólogo a las mencionadas Crónicas marcianas, Jorge Luis Borges, después de hacer una cronología sobre la historia de los viajes espaciales en la cultura universal, nos hace reflexionar sobre cómo el autor estadounidense tuvo el genio de enfocarse en el lado crudo de la carrera espacial; la miseria en la cual terminan los marcianos después del contacto con la raza humana. En Rick and Morty sucede lo mismo, pues, a pesar de ser una comedia, realiza cuestionamientos sobre la muerte, la existencia, lo efímero de la vida, las relaciones amorosas y la crueldad humana reflejada en todas las formas de vida de los infinitos universos.
Los personajes resultan carismáticos porque se complementan y ambos están inspirados en el Doc y Marty, personajes de la cinta del director Robert Zemeckis, Back to the future (1985). Rick es el genio atormentado, megalómano, incomprendido, alcohólico, decadente, siempre alegre, con repentinas explosiones de ira, sin embargo es un ser sensible, que sufre y ayuda a otros a salir delante, a pesar de ser cruel, es el héroe al final del día. Morty por su parte es el patiño de Rick, un chico de preparatoria, inseguro, torpe, agresivo, lujurioso, siempre en conflicto con el comportamiento de su abuelo, pero fiel a pesar de todo.
Otro elemento es la música. Muchos de los capítulos cuentan con canciones pegajosas y sustanciales para cada momento, sobre todo en la segunda temporada. Por ejemplo el final de «Auto Erotic Assimilation» no sería lo mismo sin la melancólica canción de Chaos Chaos, «Do you feel». Lo mismo sucede en «Big Trouble Little Sanchez» cuando «Between The Bars» de Elliot Smith hace reflexionar a Rick sobre lo efímero de la vida. En el mismo episodio Rick compone dos canciones pegajosas con las que expone su sufrimiento. En el episodio «Get Schwifty», la trama es sobre un reality show en el que los mejores músicos de cinco planetas deben componer la mejor canción para evitar la destrucción de sus respectivos mundos.
No hablaré mucho de los episodios porque sería terrible revelar algo que podrían disfrutar, pero muchos de ellos cuentan con la participación de Alex Hirsch (Gravity falls), Matt Groening (Los Simpson) y Jemaine Clement (Flight of the Conchords). Incluso Rick and Morty, los protagonistas, aparecieron en el Couch gag del episodio «Mathlete’s Feat» de Los Simpson.
Sobra decir que cada episodio es una pieza única. En uno tratan de construir un parque de diversiones al estilo Jurasic Park dentro del cuerpo de un vagabundo. En otro, Rick se enfrenta a un asesino de todos los Ricks de los infinitos universos, incluso terminan por romper la realidad dividiendo la pantalla en diferentes rectángulos.
Rick and Morty es la serie que comienzas a ver pero no puedes parar hasta terminar. Es hilarante, fresca, creativa. Explota nuevas posibilidades narrativas. Las risas son infinitas, pues como dice Rick, «Número infinito de universos, número infinito de posibilidades». Con Rick and Morty, Justin Roiland y Dan Harmon devolvieron la capacidad de sorpresa a la televisión.