Por Óscar Tinoco
El embarazo es uno de los procesos más injustos de la naturaleza. Una responsabilidad legada exclusivamente a la mujer que reduce al hombre a testigo de ése camino difícil y extenuante. Para muchas, la maternidad no es una elección, y el simple hecho de gestar a un nuevo ser puede convertirse en una experiencia aterradora, como lo muestra el documental Olmo and the Seagull de las cineastas Petra Costa (Brasil) y Lea Glob (Dinamarca). La cinta llega a las pantallas mexicanas gracias al festival itinerante Ambulante Gira de Documentales 2016.
La película muestra la experiencia de los actores Serfe Nicolai y Olivia Corsini, pareja dentro y fuera del teatro, en el vertiginoso camino que pone en aprietos su relación cuando la artista italiana debe abandonar la obra que han preparado durante meses, La Gaviota de Antón Chéjov, a causa de un embarazo de alto riesgo.
Sin hacer del filme una película demasiado estremecedora u oscura, las realizadoras logran atrapar con delicadeza la soledad, la angustia y la desesperación que se apoderan de la protagonista cuando sufre de una crisis física y emocional que afecta directamente sus aspiraciones profesionales y la salud del bebé.
Quizá lo más atractivo del largometraje sean los dos estilos muy marcados de dirección. Los cuales nos dibujan una línea visible entre el lugar que ocupa el documental y el trabajo ficcional. Petra Costa y Lea Glob crean exitosamente una narrativa que cruza diversos lenguajes, pero donde el tratamiento de la historia funciona al involucrarnos en la vida íntima de los personajes, presentándolos sin máscaras y en posiciones que desnudan la fragilidad de su carácter.
Aunque sería demasiado ingenuo pensar que muchos de los movimientos y diálogos frente a la cámara son totalmente espontáneos, una pequeña sospecha sobre la veracidad de su improvisación sale a la luz en varios conflictos que le dan vida y refuerzan el hilo argumental de la cinta.
Los momentos más álgidos y con mayor fuerza emocional son cuando Olivia comienza a experimentar cambios en su cuerpo que la hacen ver mucho más vieja. El embarazo, una vivencia totalmente nueva para ella, la aterroriza y la hace ser autocompasiva por su propia vulnerabilidad.
El rápido incremento de peso, el debilitamiento de su cuerpo, y su incapacidad para lidiar consigo misma la llevan a cuestionar su propio talento, a celar a su esposo con la nueva actriz y a poner al límite la relación por sus cambios de temperamento. Incluso, en lapsos reflexiona sobre cómo el bebé puede imponer las reglas del juego y ponerla a su merced.
El documental es un trabajo que nos muestra la maternidad como el más grande reto para una mujer con altas expectativas laborales. Debe abandonarse a sí misma y renunciar a la libertad de la que gozaba antes. Lejos de querer mostrar la belleza del embarazo, las cineastas relatan una historia que nos enseña el lado crudo del matrimonio, el hartazgo de la casi invalidez corporal y lo exasperante que puede ser la soledad cuando llevamos nuestra mente al límite.
