Por Alejandro Romero

Muerte, muertos, la buena música ha muerto. Eran las palabras de mi abuelo cuando los chicos de la KBW caían a mi casa para armar las fiestas. Techno, Visonia, seapunk y hasta José Larralde con la Chancha Vía Circuito: una licuadora de sonidos melancólicos, tropicales y con brisas electrónica marinas, esto a lo que ahora le llamamos mixes y que antes eran popurrís. Pero para él, la música había dado un viaje sin retorno.

En una industria como la música, cuando intima con la tecnología, no sólo el sonido es el que muta, se transforma o degenera, sino también las formas del mercado, del consumo, y hasta el lenguaje con el que nos referimos a ella. Nuestra percepción de las cosas cambia y el mundo se nos muestra diferente, un presente que vemos como el futuro y que eventualmente miraremos como pasado.

Esta semana comienza la treceava edición de Mutek MX, el festival de cultura digital por excelencia. Y es en el marco de sus actividades donde podremos ver un acto nacional con cualidades de sobra, se trata de 失夢 (Shitsuyume, que en japonés significa «sueño perdido»)  un dúo de productores que han unido fuerzas y mezclado ritmos para crear música con atmósferas melancólicas, bases y bajos profundos y un sonido que de pronto remite al techno de finales de los 80. A continuación reproducimos una entrevista que tuvimos con sus creadores, Missing Human (Daniel Badillo) y Un Rêve, días antes de su presentación en el Hacklab en el Foto Museo de Cuatro Caminos, en un cartel que también incluirá actos como Holly Herndon, Murcof y The Field.      

¿Qué relación creen que exista entre la Ciudad de México y la música electrónica?

La Ciudad de México es un monstruo cultural, por todos lados existen proyectos de todo estilo y género, así como un público definido y adepto. Moverse entre todas las ofertas de la ciudad, nos permite ser testigo del lenguaje musical que se está cocinando en la actualidad. Esto como músicos nos permite una retroalimentación que termina por alimentar nuestro propio lenguaje, y al público le genera una sorpresa por escuchar algo nuevo. La música electrónica y sus productores estamos siendo testigos de cómo se amplía la oferta con nuevas sedes, festivales y organizadores, respondiendo así la curiosidad de los oídos de la ciudad.

¿Qué relevancia tiene un suceso como Mutek en sus vidas como músicos y como jóvenes?

Hemos asistido a muchísimos eventos de Mutek en varias ediciones. Daniel ya estuvo tocando ahí hace dos ediciones y siempre han sido toda una experiencia, tanto por su curaduría, experiencia, locaciones y equipo técnico. El peso que tiene el festival tanto nacional como internacionalmente es grande, no por nada es considerado como uno de los festivales más propositivos e innovadores. Ser parte del line-up nos llena de emoción porque significa que estamos haciendo algo que trastoca al escucha.

¿Consideran que la actualidad es el gran momento de la música electrónica?

Un Rêve: No lo sé de verdad. Sé que los softwares y todos esos avances tecnológicos han creado nuevos instrumentos y herramientas que amplían la paleta de colores para los productores, además de que cada vez son más costeables y accesibles para quienes quieren introducirse a la producción. No puedo visualizar el futuro, a decir verdad a veces me da cierto temor imaginar hacia dónde va la humanidad. Tampoco es que sea un productor con años de experiencia —y ni si quiera tengo tantos años como para hablar con experiencia—, sólo puedo resumir que lo que actualmente está sucediendo es tan genial que no podemos voltear ni atrás ni adelante, no perdamos la oportunidad del presente.

MH: Es cuestión de enfoques, muchos te dirían que la época dorada de algo está en el pasado, otros en el presente y otros ven todavía más allá. Yo siempre he pensado que no hay grandes momentos como tal y es algo más subjetivo. Al final depende de cada persona.

Lo que sí puedo decir es que estamos en un momento donde la oferta está creciendo a niveles muy emocionantes.

¿Qué tuvo que pasar para que formaran Shitsuyume?

La curiosidad. Queríamos tomar un pequeño descanso de nuestros proyectos solistas, salirnos de nuestra zona de confort. La idea de colaborar y ver qué resultado saldría, nos hizo juntarnos e improvisar. Para nuestra sorpresa todo fue muy natural y de pronto las canciones surgieron. Nos mantuvo activos, experimentando y al mismo tiempo aprendiendo uno del otro.

¿La música electrónica también puede ser política?

UR: Toda la música es un lenguaje y a través de ella podemos expresar ideas en concreto o crear un concepto en general. Toda la música puede lograr ser política, realmente la pregunta sería si los músicos tienen la convicción política.

MH: El techno en Berlín se podría analizar como movimiento sociopolítico, lo mismo en Detroit, lo mismo con distintas escenas en Reino Unido. Igual un músico puede no tener alguna convicción política pero la gente alrededor sí. Todo depende del momento.

¿Cómo es vivir en cercanía con la música electrónica?

Un Rêve: Creo que en general vivir cerca (o vivir) de la música, es un complemento de mí mismo. A través de ella me expreso, y —un tanto ególatra— dejo un registro de quién soy. Creo que se podría resumir en un autorreconocimiento a través del arte.

MH: Cada vez pienso que esa frontera de géneros y de música electrónica y tradicional cada vez es más borrosa. La pregunta sería para mí «¿cómo es vivir en cercanía con la música?» y siempre he pensado que es un vehículo que te puede llevar a donde quieras.

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