Underworld: el largo camino hacia la calma y las pulsiones salvajes

Por Adrián Ávila

Mucho le debe la música electrónica moderna a la new wave de los años 80. Durante esa década, bandas como Depeche Mode, The Human League, Tears for Fears, Blondie y compositores de la talla de Brian Eno y David Bowie experimentaron con los sintetizadores que el rock progresivo había agregado a la música; el techno de Kraftwerk; los beats del hip hop y la música ambiental. Para los años 90, varios movimientos retomarían todo esto para realizar ritmos cuya base principal fue un tempo de entre 125 a 150 beats por minuto. Una de ellas: Underworld.

Underworld es un grupo de música electrónica basada principalmente en el house y el trance progresivo. Sin embargo, los inicios de la banda, liderada bajo el núcleo creativo de Karl Hyde y Rick Smith, se remontan a los inicios de los años 80 y la new wave. Durante esa época, Hyde y Smith formaron parte de Freur, con quienes sacaron dos álbumes Doot-doot (1983) Get us out of there (1986). Aunque la banda tuvo cierta popularidad, nunca logró destacar y poco después de su segunda producción se separaron.

Poco después, Hyde y Smith formaron su propia banda con otros musicos, Underworld, pero el grupo que la mayoría conoce por canciones como «Born Slippy.NUXX» aún estaba lejos de alcanzar su madurez. Durante su primer periodo, lanzaron dos álbumes que no distaban mucho de su pasado con Freur. El primero, Underneath the radar (1988) y el segundo Change the weather (1989) con el cual salieron de teloneros con Eurythmics.

Aunque la new wave seguía siendo su principal característica, en Change the weather ya se comenzaba a presenciar el aumento del tempo, el beat de la batería y el uso de los sintetizadores como en su «Original song». El Underworld de los 80 parece estar separado por un abismo del de los 90, pero esto le pasó a muchos músicos. Mike Paradinas formó parte de Blue Innocence antes de ser µ-Ziq y Quentin Cook tocó el bajo par the Housemartins previo a su carrera como Fatboy Slim.

Son misteriosos los caminos de la música. Para que Underworld alcanzara su sonido característico, fue necesario que Hyde y Smith se encontraran con un tercer miembro, el Dj, mucho más joven que ellos, Darren Emerson. Con su adición en 1991, el trío logró moderar el estilo moderno de Emerson con los elementos new wave de Hyde y Smith.

El resultado fue uno de los álbumes que dominaron en la escena del dance durante 1994: Dubnobasswithmyheadman. Gracias a este cambio, Underworld logró explotar su talento, sin embargo, aún en estas pistas no se siente la cohesión por completo de los veteranos con el joven Dj. Por momentos el estilo de uno parece tomar protagonismo sobre los otros.

Por ello, considero que hasta su cuarto álbum, es donde podemos hablar de una verdadera madurez como banda. Second Toughest in the Infants (1996), sí de aquí salió «Born Slippy.NUXX» en un lado B, es una de las obras maestras de la música electrónica por todos los elementos que forman parte de su constitución.

El pasado de Hyde y Smith, relacionado con las influencias de progresivo, se ve reflejado en la organización de sus canciones, un tempo entre los 125 y 150 beats sirve como base, pero conforme avanza el tiempo, se introducen diferentes elementos que complementan el ritmo. Emerson, por su parte, crece poco a poco la armonía generando tensión en algunos momentos para soltar algún nuevo sonido que agrega una textura. A diferencia de su primer álbum como trío, Underworld demuestra que sabe depurar hasta lo sustancial.

Aquel año salió Trainspotting (1996), dirigida por Danny Boyle, y la canción de «Born Slippy.NUXX», incluida en el soundtrack, popularizó a la banda gracias a la recepción de la película. Lo cual fue muy positivo para este género que a veces se queda en los eventos de música underground o raves.

Aunque fue lanzada como el lado B de un sencillo, «Born Slippy.NUXX» representa un momento importante para Underworld, pues demostró que un género nacido de tantas dificultades podía generar algo tan popular. Pues a veces son esas canciones tan conocidas las que nos llevan a descubrir todo lo que hay detrás, y que hubo después, de ellas.

Underworld es una banda a la que vale mucho la pena dedicarle unas horas. Álbumes como Beacoup fish (1999) y A hundred days off (2012) son muestra de su poder para generar música que oscila entre el baile y la contemplación. Pues su sonido es para sentirse con todo el cuerpo, pasar de la calma a lo salvaje y viceversa sin que se pierda la cadencia.

El grupo británico se presentará parte de su álbum Barbara Barbara, We Face a Shining Future (2016), junto con sus éxitos clásicos, el próximo 17 de abril en el Foro Pegaso como parte del festival Ceremonia. Una presentación que valdrá la pena ver para desahogar cualquier tensión al ritmo de Underworld.

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