Por Alejandro Romero
Vivir en el nuevo siglo es asumirse como un engrane digital, un procesador y generador de información sin límites. Un cerebro policromático con una visión del mundo unificada y amplificada, con acceso a una infinidad de datos que rompe con todo esquema de individualismo, una sociedad conectada por tecnología que entiende e interactúa con principios más allá de los físicos, una realidad virtual a toda escala.
Hoy el arte se ha masificado, las redes sociales y plataformas creativas dentro de la red han modificado el entendimiento, producción e interpretación del arte, sea cual sea la disciplina. Cualquier persona con acceso a herramientas creativas puede lograr hacer piezas vanguardistas o dignas del olvido, ya sea por medio de la academia y sus procesos, o de manera autodidacta, siendo esta última un fenómeno que resalta en las nuevas generaciones.
El Festival Internacional de Creatividad Digital MUTEK MX es un espacio que sintetiza los «nuevos conceptos del arte», la reunión de expresiones artísticas que la era digital ha conceptualizado, una serie de muestras sonoras y visuales cuyo propósito es plantear escenarios para exponer el estado actual por el que atraviesan las artes digitales en México y el mundo, un festival con réplicas en ciudades como Barcelona, Bogotá y Montreal, siempre al filo de la vanguardia y con miras hacia el futuro.
Días previos a la inauguración de la doceava edición de MUTEK MX, nos encontramos con Damián Romero y aprovechamos para platicar acerca del festival y su visión acerca del panorama digital en las artes y como forma de entender al mundo.
Para Damián la era tecnología es de suma relevancia, puesto que plataformas como las redes sociales ayudan a masificar y determinar un producto como MUTEK, teniendo disponible un abanico de posibilidades, a comparación de el pasado, en donde para estar informado de lo que sucedía en escenas del mundo tenías que estar viajando constantemente o tener relaciones estrechas con personas inmersas en dichos medios. «No ha sido fácil», asegura Damián al referirse a MUTEK como un festival estable. pues en sus inicios, hace 12 años, las expresiones digitales no tenían espacios, ni siquiera eran consideradas como arte y eran cosa de pocos, a muy pocos les motivaba y se interesaban en el tema.
Al mencionar a Alemania como referente de la música electrónica, y país con una relevancia importante dentro del festival, Damián, quien también es productor, deja claro su aprecio hacia lo facturado en el país germano y la influencia que éste ha tenido en la manera de crear y pensar el arte como medio de resistencia y progreso. Pues años póstumos a la Segunda Guerra Mundial, Alemania experimentó una serie de factores que desde entonces la colocan como uno de los máximos referentes y punta de lanza de las vanguardias artísticas, marcando un claro énfasis en la música electrónica. Razón suficiente para incluir este año a cuatro actos de origen galo, sin mencionar la Noche Electrónica Alemana Mexicana que no es parte del festival pero cuya relación es muy estrecha.
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2015 COUNTDOWN from MUTEK Mexico on Vimeo.
MUTEK MX se realiza como una experiencia auténtica, un festival donde cada detalle está pensado para crear ambientes que, contextualizados con la arquitectura, la música y las imágenes, el público viva íntimamente. Por ello el ensamblado de los carteles en cada sesión van de acorde con el foro en donde será el concierto, de esta manera converge la atemporalidad arquitectónica con la volatilidad de la era digital, un vínculo cuyo producto resulta un discurso apegado a la filosofía de habitar el presente como espacio intermedio entre futuro y pasado, siendo el cuerpo humano una vía entre ambas.
Al hablar de aspectos musicales, le preguntamos a Damián si considera a MUTEK MX como un parteaguas o un parámetro para las nuevas generaciones de productores mexicanos, y una influencia en el surgimiento de escenas y colectivos afines a lo electrónico, a lo que describió a MUTEK como un foro de descubrimiento, en donde el flujo de información evidentemente permea a todas las generaciones, sean jóvenes o no, y no descartó al festival como un impulso para crear. Por lo menos una vez al año generar un espacio de diálogo entre interesados y espectadores, pues una ciudad con festivales es una ciudad con cultura, y los festivales lo que promueven es difundir un mensaje y todo un ideal concreto.